martes, 29 de enero de 2013

El Tiempo se mide en Canciones

Se imagina usted que sería del tiempo medido en canciones, con un soundtrack apropiado para cada instante en el que transita por el mundo. A ratos música feliz, a ratos música que te llene de profunda tristeza. Música que te lleve y te transporte a lugares de profunda miseria o al contrario te llene de energía positiva.

‘What a wonderful world’ mientras te atracan debe ser bastante irónica, como la vida misma lo es. Otro caso serio y que debería tener una canción como ‘Decisiones’ es ese instante en el que tu novia te decide que tiene un retraso en su periodo. Guao. Seria genial, fantástico. Pasar una materia en la universidad con un background de ‘Don’t stop me now’ de Queen para sentirte el mas arrecho del mundo.

Si te para un fiscal en Valencia, estado Carabobo, te diría algo como: “Párate allá en el cartel que dice:
SAN JOAQUIN (3 canciones de Distancia) Tiempo aprox. 15 minutos
MARACAY (7 canciones de Distancia) Tiempo aprox. 45 minutos
CARACAS (Un CD completo de Arjona y la mitad de uno de Adele) Tiempo aprox. 2 Hora 30 minutos.
COÑO, como a un ministro de Transporte no se le ocurre algo semejante. Seria algo totalmente innovador, único en el mundo. Total, vivimos en un país donde se cambia la bandera y las costumbres, donde todo el mundo hace lo que quiere. ¿Por qué no hacer algo como eso?

Llegas tarde al salón de clase y el profesor te diga: “Llegas 2 canciones tarde bachiller Perez”, o al contrario, llegues temprano al trabajo y le digas a tu superior: “Oye hace 3 canciones de Maná que espero y hasta ahora es que llegas, ¿se te pegaron las sabanas?”

Si hubiese ese tipo de educación, quizás los camioneteros no pondrían solo vallenato y salsa erótica. Quizás hasta colocarían música clásica. Te montas en la Av. Bolívar de tu estado y suena la 5ta sinfonía de Beethoven, que lujo. Quizás los cagapalos (colectores) pregunten a cada pasajero que quiere escuchar y la opción ganadora seria MAMBO de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, aunque admito que quizás el autobús se voltee cuando todos los que vayamos montados allí gritemos MAMBO como los de la Sinfónica, eso me da algo de miedo.

En los autobuses al subir, te darían un instrumento para que vayas practicando mientras llegas a tu destino. Y seriamos tan cultos que al bajarnos de la unidad colectiva, DEJARÍAMOS TODOS LOS INSTRUMENTOS, no lo robaríamos, que sociedad tan culta. Quizás y solo quizás, en lugar de tanta guerra y tanta ignorancia, tendríamos niños que aun con 6 años serian niños y no títeres que van a la fiesta para “perrear” junto a la niña que tiene 5 años, mientras sus padres los graban mientras se menean como perritas en celo, solo con el motivo de reírse porque sus hijos, SI QUE SABEN LO QUE ES EL REGGAETON.

Adiós Maelo Ruiz, adiós Don Omar, ADIÓS PITBULL. Hola Charly García, hola Gustavo Cerati, hola Joaquín Sabina, bienvenidos a “LOS MAS SONADOS” en las camioneticas. Frases como “perrea mami perrea”, “hágalo papito, haga sin parar”, “no te hagas la santa yo se que te encanta”, o “la vecinita tiene antojo” pasarían a la historia que jamás quisiéramos haber escuchado.

El tiempo en canciones seria mucho más agradable… te despiertas con dolor de cabeza y pones algo suavecito como un disco romántico, mientras te mejoras colocas algo mas movido como un merenguito y ya con el animo a mil te pones a escuchar dance, trance o como quieran llamarlo. Lo ideal seria disfrutar del tiempo.

Sin duda la cultura, también se refleja en canciones. Vivo en un mundo donde quisiera que en lugar de tanta bala, suene mas balada, mas merengue, mas bachata, mas rock, mas dance, mas pop, mas reggae, mas y mas y mas que cualquier bala.

Que viva la música.